La Cultura Chagra
Uno de los personajes símbolo del mestizaje en los valles y páramos del Ecuador es el Chagra. La palabra chagra viene de "chacra" (terreno donde se cultiva maíz). Este ser mestizo de piel cobriza, engalana los senderos al son de una tonada, capishca, san juanito, pasillo o pasacalle, y porque no de un yaraví, todo de acuerdo a su estado de ánimo. Entre sus actividades más sobresalientes están el diario convivir con la geografía de las montañas, el viento frío del páramo y el sol o por el contrario la suave lluvia que acaricia el pajonal. El manejo del caballo, su incondicional compañero de aventuras, es todo un arte dentro de la cultura Chagra, pues juntos han dominado las alturas, el feroz clima, pero también han aprovechado las bondades de los páramos.
Su origen se remonta a la última erupción del Cotopaxi en 1877. Los habitantes de la zona, ante la desesperación de ese acontecimiento y dada su ciega fe religiosa, acudieron al párroco de ese entonces a solicitar que se trasladara el Señor de la Santa Escuela a las laderas del volcán; una vez ofrecida la misa y demás ritos del momento, regresaron la imagen a Machachi, acompañada de una procesión. Los chagras feligreses montaban sus caballos adornados, dando origen al Paseo Procesional del Chagra.
Todos los años en el mes de julio se realiza el tradicional "Paso del Chagra" en la parroquia urbana Machachi, del cantón Mejía, conocida como "la capital del Chagra", a donde concurren jinetes con los mejores corceles, de las haciendas del país, cubiertos de zamarros, ponchos rayados, bufandas y sombreros. Demuestran sus habilidades en concursos de doma de potros y de lazo".
El Paseo Procesional del Chagra", auténtico espectáculo criollo que tuvo su origen en Machachi como remembranza de la erupción del volcán Cotopaxi, ocurrida en el año 1877. Por ventura, de un modo milagroso, el gran Pasochoa y el Rumiñahui salvaron a los pobladores de Tambillo y Machachi de sufrir los terribles efectos de dicho acontecimiento, producto de los enojos de la naturaleza. Los pobladores esperaron pacientemente a que la cúspide del volcán Cotopaxi se cubriera nuevamente de nieve y, cuando esto aconteció, optaron por realizar una minga ganadera, cuya misión era recoger, corralear y conducir a los lugares de origen a las reses, equinos y otros animales domésticos que se desperdigaron con el suceso.
Para la ejecución de dicha labor se formaron tres grupos importantes: el primero se responsabilizó de conducir los animales hacia los sectores aledaños a Latacunga, el segundo a Los Chillos y el tercero se encargó de subirlos al Pedregal. Las anécdotas y peripecias que pasaron en aquellos viajes hicieron que durante tres años se reuniesen los protagonistas a comentar lo ocurrido en esas jornadas. Luego de un tiempo, empezaron a producirse problemas políticos que terminaron con la guerra civil, de la cual el general Eloy Alfaro fue el triunfador.
Casi un siglo más tarde, se ejecutó el primer "Paseo Procesional del Chagra" para conmemorar el centenario de la cantonización de Mejía. Hubo la necesidad de organizar una institución responsable de mantener la integridad y pureza de este espectáculo, para lo cual se conformó la Asociación Cofradía del Chagra (ACOCHA), donde se pudo destacar la visión de Raúl Guarderas Guarderas, razón por la cual al Paseo se se lo ha denominado con su nombre. Es importante señalar que coincidieron tres fechas: las festividades de Santiago Apóstol, santo patrono de Machachi; la erupción del Cotopaxi, y el ya indicado centenario de la nueva jerarquía del cantón Mejía.
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